Tesla, conocida firma de automóviles eléctricos, está en un momento crítico en sus finanzas que ha despertado el interés de inversores y analistas por igual. Aunque ha visto un aumento espectacular en su valor en el mercado de valores, ciertos especialistas indican que una reducción del 50% en su cotización no resultaría inesperada ni devastadora para la empresa. Esta visión se fundamenta en la noción de que las expectativas del mercado sobre Tesla han sido demasiado positivas, similares a las que se tuvo anteriormente con compañías como Nvidia, las cuales asimismo vivieron altos niveles de especulación.
Elon Musk, el carismático director de Tesla, ha sido una figura clave en la historia de la compañía. Su personalidad polifacética lo ha llevado a ocupar roles que van desde visionario emprendedor hasta competidor de la NASA y potencial explorador de Marte. La reciente victoria electoral de Donald Trump ha significado un gran impulso para Tesla, con la cotización de la acción subiendo de 230 a 397 dólares, lo que equivale a un aumento en la valoración de la empresa de 536.000 millones de dólares. No obstante, este crecimiento ha generado interrogantes sobre la viabilidad de mantener estos altos múltiplos financieros a largo plazo.
Conforme al consenso del mercado, se espera para Tesla un aumento en ventas del 18% y un margen EBITDA del 18%, lo cual resultaría en un beneficio por acción de 6,4 dólares si todo procede conforme a lo previsto. A los precios actuales, esto implica que las acciones se están negociando a un EV/EBITDA 2028 de 35 veces y un PER 2028 de 62. Aun si las acciones disminuyeran un 50%, seguirían cotizándose a un PER 2028 de 31 veces, en comparación con las nueve veces de Porsche. Estas cifras indican que las expectativas del mercado podrían estar sobrevaloradas y que no sería sorprendente una corrección significativa en el valor de las acciones de Tesla.
Asimismo, Tesla se enfrenta a retos en cuanto a gastos de capital y los riesgos propios de su modelo de negocio. Aunque hay quienes sostienen que Tesla ha superado su identidad como fabricante de coches para transformarse en una compañía de inteligencia artificial y robotaxis, la verdad es que el escenario ideal que se imagina para la empresa es poco realista. La especulación y las expectativas poco realistas tienen un rol esencial en los mercados actuales, y es vital tener en cuenta los posibles conflictos de interés entre las figuras gubernamentales y el mercado.
Además, Tesla enfrenta desafíos en términos de gastos de capital y riesgos inherentes a su modelo de negocio. Aunque algunos argumentan que Tesla ha trascendido su identidad como fabricante de automóviles para convertirse en una empresa de inteligencia artificial y robotaxis, la realidad es que el mundo perfecto que se proyecta para la empresa es poco realista. La especulación y las expectativas irreales juegan un papel crucial en los mercados actuales, y es importante considerar los posibles conflictos de interés entre figuras del gobierno y el mercado.
En el contexto de la política, la relación entre Elon Musk y Donald Trump ha sido objeto de atención. La victoria de Trump ha beneficiado enormemente a Tesla, pero queda por ver cómo evolucionará esta relación en el futuro y qué impacto tendrá en la empresa. La dinámica entre Musk y Trump es impredecible, y cualquier cambio en su relación podría tener implicaciones significativas para Tesla.