En Honduras, 61 personas han muerto por dengue en lo que va de 2024 y más de 50.000 personas tienen sospechas de la enfermedad, que continúa propagándose por todo el país, informó este jueves la ministra de Salud, Carla Paredes.
«Tenemos 61 muertos, 29 de los cuales han sido confirmados mediante pruebas de laboratorio, y ahora son más de 50.000 casos», dijo Paredes en declaraciones a medios locales.
Señaló que el país había informado de una «tendencia a la baja» en los casos de la enfermedad en las últimas semanas, pero pidió a los médicos y al público «no defraudar».
En Honduras se registran cada semana entre 5 y 8.000 casos de dengue, enfatizó el funcionario, tras lamentar que «sigan muriendo pacientes» por la enfermedad en el país.
Agregó que el dengue es prevenible y pidió a la ciudadanía evitar encharcamientos de agua, contribuir con la recolección de basura, mantener limpios los patios y eliminar los criaderos del mosquito Aedes aegypti que transmite la enfermedad.
En el país centroamericano circulan cuatro serotipos de dengue, según médicos hondureños, quienes llamaron a la población a consultar inmediatamente al médico si presentan fiebre alta, dolor de cabeza, vómitos y erupciones cutáneas.
El 31 de mayo, el gobierno hondureño declaró una «emergencia sanitaria nacional» debido al rápido aumento de casos de la enfermedad y ordenó la creación de varias salas de estabilización de pacientes.
Las autoridades sanitarias hondureñas llevan a cabo una campaña de control y prevención en algunos barrios de las ciudades más afectadas, que incluye, entre otras cosas, la destrucción de criaderos de mosquitos, la limpieza de terrenos baldíos, la limpieza de tanques de agua estancada y la desinfección.
En 2019, Honduras sufrió la peor epidemia de dengue de su historia, con 112.708 casos registrados y 180 muertes en el país de 9,8 millones de habitantes.